miércoles, 25 de abril de 2012

El Arte de Morir


La muerte no es enemiga,
porque es parte de la existencia
que nos dio a luz con su guiño maternal.

Cuando morimos,
simplemente volvemos a nuestro origen para descansar,
y volver a nacer.

Desaparece nuestra forma en la no-forma.

Nos fundimos,
al igual que un copo de nieve en el aire puro.

Como el río desaparece en el mar sin dejar de existir
y se vuelve más amplio, convirtiéndose en calmado océano.

Así, la muerte, nos disuelve en el todo...



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